Para pasar de la Isla del Norte a la Isla del Sur, hay que tomar un ferry en Wellington. Dos compañías, Blueridge y Interislander lo hacen, y no hagáis como nosotros, reservad con antelación sino o es muy caro, o hay que esperar unos días en Wellington. El ferry es caro, a nosotros nos costó 400$, de los cuales 300$ era por el camping car.
Durante la travesía se puede hacer varias cosas: ver una película, ver el paisaje de fjordos, hacer los deberes o escribir el blog. Obviamente, hicimos los dos últimos. Somos así.
La isla del Sur nos recordó a Islandia, por los paisajes, las cabras y los cambios de temperatura.
La isla del Sur es una región poco poblada, solo un millón de habitantes para un territorio grande como la mitad de España. Pero tuvimos la mala suerte de visitarla en pleno año nuevo chino (es el año del cerdo) así que hay que corregir las estadísticas demográficas. En la Isla del Sur en febrero, hay un millón de neozelandeses, cuarenta millones de cabras y cien millones de chinos. Buena preparación para lo que nos espera en junio.
A estas alturas, ya éramos profesionales en el tema camping car, así que nos movíamos con mucha facilidad por la isla. Teníamos un itinerario bien diseñado, pero tuvimos que cambiarlo por el tiempo. Empezó a llover fuerte durante una semana en la costa oeste (donde están los glaciares Franz Josef y Fox) así que preferimos no ir. Aunque lo que me da más pena fue no haber podido hacer el Milford track, 60 km preciosos entre Milford Sound y cerca de Te Anau, pero no se puede hacer en un día ni por partes (es todo o nada). Todas las cabinas para dormir por el camino están reservadas casi seis meses antes. Habrá que volver entonces.
La primera noche, al llegar del ferry, la pasamos en una playa desierta. Aunque no os lo creáis, me tome una sidra y aprovechamos para inmortalizar la ocasión.
Viajar a Abel Tasman con niños
El parque Abel Tasman es una de las nueve Great Walks de nueva Zelanda. La idea es simple. Tomas un barco que te lleva a una playa y vuelves…dependiendo de cuanto quieres caminar.
Cuando le dijimos al capitán del barco que queríamos ir a Bark Bay, nos miró y dijo, ¿estáis seguros? Son 20 kilómetros para volver. Mael me preguntó, sin subida? No, solo playa. Vamos!
Antes de llevarnos a Bark Bay, fuimos a ver la Split Apple rock. Para mí esto no puede ser natural J
Desde Bark Bay hasta Marahau, son efectivamente 20 kilómetros de caminata, muy bonitas. Lo mejor sin duda es la real fruit ice cream al final. Es un helado de vainilla al que ponen frutos rojos congelados y lo mezclan para hacer un helado de frutos rojos en tiempo real. Buenísimo.
Lo peor de Abel Tasman es que aprendimos que la batería de un camping car no es eterna cuando te olvidas las luces puestas durante todo el día mientras haces 20 kilómetros de trek…
Viajar a Kaikoura con niños
No habíamos pensado ir a Kaikoura, ya que lo que teníamos pensado era ir a los glaciares. Pero al llover muy fuerte en la costa Oeste, decidimos ir por la costa Este y no nos arrepentimos.
Kaikoura tiene tres puntos importantes:
- Una de nuestras mejores comidas en Nueva Zelanda, el Seafood Barbecue. Comimos una langosta, vendida el peso, buenísima
- Una caminata, muy tranquila por las playas y los precipicios de Kaikoura, la Península Walkway. Las vistas son espectaculares
- Ver los leones marinos desde MUY cerca. Me saqué una foto a unos 10 metros de uno… sin ver que había otro a 2 metros de mi. Casi lo piso y el león marino hizo un movimiento como si me fuera a comer! Casi me muero del susto…
En Mount Cook tuvimos la mala suerte de estar junto a miles de turistas así que el paseo no lo podemos recomendar, aunque las vistas son guapas. Estábamos en fila india en un trekking de 12km. Al final, no lo terminamos.
Lo que sí podemos recomendar entre Mount Cook y Queenstown es la ciudad de Wanaka, sobre todo por tener en un pueblo tan pequeño uno de los museos de ilusión y magia más bonitos que he visto.
Hacer el Routeburn Track con niños
Al día siguiente empieza lo más bonito del camino. El Routeburn track. Es una de las 9 Great Walks de Nueva Zelanda. El Routeburn dicen que es el más bonito. Son 32km de paisajes diferentes cada 5 minutos. Se suele hacer en 2 ó 3 días, hay varios campings en el camino pero obviamente, como en todo Great Walk, hay que reservarlo como seis meses antes. Nosotros pensamos que 32km se hacen en un día sin problema, aun con niños…
Pero tiene un problema, Empiezas esos 32km y cuando terminas, tu coche está 330km más lejos en ruta! No es como Tongariro que tienes que tomar un minibús durante 20 min. Aquí el transporte es complejo. Así que si vas en tu propio coche, tienes dos opciones:
- Hay algunas empresas fundadas por triatletas que hacen corriendo el routeburn track y vuelven con tu coche, así que cuando tú llegas al destino tienes tu coche listo. Ideal! Pero hay más coches que quieren hacerlo que triatletas disponibles.
- Hacer medio Routeburn track y volver por el mismo camino. Pero claro, eso significa hacer 16km ida y vuelta, 2 veces…total, 64km… The Divide se situa entre Queenstown y Milford así que eso es lo que hicimos.
Experiencia genial, solo hace falta ver las fotos!
esto es la primera parte, de Routeburn Shelter a Harris Saddle
Y esto es la parte de The Divide a Harris Saddle 🙂
Viajar con niños a Milford Sound
El sur y los Fjordos son parada obligatoria. Hay dos puntos muy importantes.
Hacer el Milford Track, unos 60 km…que deberían ser fantásticos ya que pasas por glaciares, montañas, ríos y cascadas…pero que no se pueden hacer en un solo día y todos los refugios estaban ocupados.
Además, este es aún peor a nivel logístico que el Routeburn Track, ya que se sale de Milford Sound y después se llega al lago Te Anau, donde hay que organizar un barco que te lleva a Te Anau Downs, donde hay que organizar un bus que te traiga otra vez a Milford Sound, 200km más lejos…Casi casi es más fácil volver por el mismo camino J
Será para otra vez con Kike 🙂
Lo que sí pudimos hacer es un crucero por los Fjordos de Milford y eso es algo imperdible
Viajar a Dunedin con niños
Dunedin es una pequeña ciudad del sur de nueva Zelanda, con varios puntos de interés:
- Tener la calle con más pendiente del mundo. Mael se la hizo corriendo…pero hacia abajo. Yo llego a hacer eso y me quedo sin rodillas.
- Un Jardín chino muy bonito y el museo
- El centro, con la plaza octogonal
- Nada más! Nos fuimos rápido J
Antes de terminar en Christchurch, justo tres semanas antes de los horribles atentados, descansando tranquilamente de tanto trek, visitamos los Moeraki Boulders, unas rocas muy inusuales en una playa preciosa!