Viajar a Bali con niños – II el norte

Después de los millones de turistas en el Sur de Bali o Ubud, la verdad es que ir al norte ayuda a ver cómo era la isla antes de que los turistas la colonicen. Muchos menos coches, menos carteles en inglés, menos massage shops y lugares mas auténticos.

Lo primero que hicimos fue ir a las campos de arroz de Jatiluwih. En balinés Jati significa realmente y Luwih se traduce por bello, asi que Jatiluwih quiere decir algo asi como realmente bello. Y el nombre no miente para nada, el lugar es espectacular.

Tuvimos ya la oportunidad de ver rice fields en Ubud pero en Jatiluwih pudimos hacer un trekking en medio de los campos de arroz y las flores. Os dejo algunas fotos aquí abajo.

Siguiendo después de Jatiluwih fuimos a Munduk pasando por Bedugul.

Bedugul tiene un precioso templo, llamado Ulun Danu situado al lado del lago. La mayoría de los visitantes del templo son indonesios (por lo menos a la hora a la que fuimos).

Tras las fotos de rigor, decidimos ir a visitar el jardín botánico de Bedugul. Es el único jardín botánico de Bali, una isla repleta de flores y vegetación. Pues los balinenses han conseguido lo que no pensé que existiría, han creado un jardín botánico sin flores. Hay una sección de Bambus buenísima que a los chicos les encanto, pero en la sección de rosas…nada. En donde pone que hay orquídeas, no hay absolutamente ninguna. Asi que nos volvimos otra vez en la sección de bambús, que de eso hay muchos J

Tras Bedugul, fuimos a Munduk a pasar la noche y descubrir la zona. En Munduk comimos en el restaurante llamado Classic restaurant, uno de nuestras mejores comidas en Bali. Sopa buenísima y un Corn Fritter…mmmmm

En Munduk, hay un camino que nos llevo a 2 cascadas, Munduk waterfall y Bolangan waterfall. Las dos valen mucho la pena, los chicos se bañaron en ambas, es la suerte de ser mitad ruso, el frio es muy relativo.

Tras Munduk, fuimos a Pemuturan. Es una pequeña playa al norte de Bali, mucho mas tranquila que todas las otras playas de Bali juntas.

Mucha gente va a Bali por las olas y el surf, pues toda esa gente no va a Pemuteran. En Pemuteran el mar parece un lago. No hay olas.

Fuimos a hacer snorkelling en la isla de Menjangan, vimos muchos pescaditos, aunque lo mas emocionante para los niños fue ver a Nemo (o su hermano) entrar y salir de una anemona, exactamente como en la película J

Por otra parte, en Pemuteran hay una comunidad de monos muy importante. Paramos el coche para sacar unas fotos, así que baje la ventanilla para que Janna las saque. Ella lo intento pero en seguida el mono se escondió bajo el coche. Quise mirar yo y de repente el mono salta a la ventana del coche y muestra sus dientes desafiándonos…crssssss!!! Tuve justo el tiempo de subir la ventanilla ya que el mono entraba en el coche, pero nos dio un susto de muerte!

Viajar con niños a Ubud (Bali)

El viaje de Kuta a Ubud es corto en distancia, pero largo en tiempo. El tráfico es terrible y vas aún más lentamente si no tienes la costumbre de conducir por la izquierda…

Lo primero, llegar a nuestro alojamiento. Hemos alquilado una casa llamada Be Bali Stay.

Es un lugar precioso, un dúplex bien separado para padres y niños, sala de estar, piscina de tipo infinita y sobre todo unas vistas preciosas a los rice fields, las terrazas de plantaciones de arroz. Lo más importante, vivimos en casa de Madi y su familia, gente encantadora siempre dispuesta a ayudar. Al vivir en casa de Madi, también vivimos con sus vecinos, familia y comunidad. Nuestros chicos se hicieron amigos rápidamente, jugaron a futbol e hicieron una clase de ingles con los niños indonesios. Juegan muy bien al futbol los indonesios por cierto, porque nunca se han clasificado a un mundial es algo raro.

Ubud es una ciudad de contrastes. Por una parte, está el Ubud wellness, con spas cada 20 metros, masajes por todas partes y es capital mundial de comida vegana. Esta el Ubud capital artística de Bali, con sus galerías de cuadros que se venden en cada esquina del mercado, sus museos y sobre todo sur 5-6 espectáculos de danza cada noche.

Nosotros vimos dos: la primera noche en el Ubud Palace un espectáculo de Barong, danza tradicional balinesa. Muy bonito y a los niños les encanto ya que había un gorila y obviamente Mael fue la estrella del espectáculo con el gorila.

El segundo fue danza sin orquesta, toda la música la hicieron un coro de 100 hombres cantando y bailando. La estrella del espectáculo fue un hombre que bailo encima de cenizas de coco quemándose. No se cómo lo hizo pero al final sus pies estaban calcinados. Yo no lo hago ni borracho.

Por otra parte esta el Ubud complejo para el turista:

Trafico infernal, como en todo bali

Ciudad enorme. Nosotros estábamos a 7km del centro y aun se considera Ubud. Para ir al centro había que ir en coche y el problema del trafico resurgia

Ciudad invadida por los turistas: mismos problemas que en Barcelona, trafico, muchísima gente, precios cada vez mas altos para turistas y autóctonos, suciedad y aunque menos grave, en los mejores restaurantes o spas…hay que reservar.

Desde Ubud hicimos muchas actividades, como pasear por campos de arroz

Visitar templos

 

Ver el Volcan Batur y su lago

Comer el mejor helado de coco de la historia en el café Tukies

 

Jugar con monos

Hacer clase de cocina con Madi

Viajar a Bali con niños (Parte I – el Sur)

Llevamos 45 minutos esperando. ¿Cuándo vendrán nuestras maletas, Papa?

Aunque los 45 minutos de espera no son tantos si los comparas con la hora de espera en el aeropuerto de Barcelona para pasar el control de seguridad debido a una huelga, las 2h30 de viaje a Londres, 1h30 de transbordo, 11h para llegar a hongkong, 3h de espera en Hong Kong, 5h de Hong Kong a Bali y unas 2h en Bali para obtener el visado y pasar seguridad… Está lejos Bali…

Pero los Balineses hacen las cosas bien. Al empezar a descargar las maletas, envían un cartel con el origen del avión, y cuando no queda ninguna por pasar por la cinta…envían otro cartel diciendo que no quedan más.

Así que lo que podía pasar paso, las maletas no llegaron. Entonces estamos en Bali con lo puesto, y con el recuerdo de la última vez que nos pasó lo mismo en el aeropuerto de Las Vegas, es decir con la obligación de comprar todo otra vez (¡y que te lo devuelva la compañía, algo bueno tiene que haber!)

Asi que lo primero que hacemos es ir a un mall y comprar de todo. ¿De todo? No… de repente descubro que para mí y los chicos, la tarea es bastante fácil. Pero para Janna es una tortura. Parece ser que para ella comprar por necesidad no es lo mismo que comprar por placer…asi que mientras los chicos y yo tenemos ropa nueva, Janna estará los 2 primeros días con la misma ropa con la que viajo…hasta que consigo hacerla cambiar de opinión.

Pero volvamos a Bali:

Hicimos un intercambio con una familia de Ginebra que tiene algunas villas que alquilar en Seminyak. Es una villa de 3 habitaciones, cada una con baño particular, así que hasta mi hermana podría haber venido y tener su propia habitación, pero es otra historia…

Lo mejor de Kuta-Seminyak son sus playas. Las olas son enormes, los chicos pueden hacer surf, Janna puede hacerse fotos preciosas en el anochecer y yo puedo estar tumbado en una tumbona. La comida esta buenísima, tanto en la playa como por los restaurantes de la ciudad.

Liam y Mael hicieron 2 clases de surf, los dos cracks!

A los chicos les gusto las costillas de cerdo del Naughty Nuris, a los adultos les gustaron el SangSaka y a todos nos encantaron los helados de un lugar llamado Gusto. ¡Buenísimo!

Desde Seminyak se pueden hacer varios viajes cortos:

  • El primero que hicimos fue ir a Uluwatu y Nusa Dua:
    • Nuestro chofer nos llevó a un club náutico de Nusa Dua donde visitamos la isla de las tortugas, vimos Tucanes, monos (¡ojo que roban de todo, hasta los bikinis!) y hasta una iguana verde. Hasta había dos murciélagos.
    • Comimos en Uluwatu en un restaurante llamado Suka Espresso, todo orgánico y buenísimo. Está al lado de la playa de Padang-Padang, muy bonita pero parece las ramblas en agosto. Para ir a la playa, hay que bajar unas 500 escaleras hasta llegar a una playa enanisima que desde que parece que salió en una película se ha puesto de moda (a día de hoy, sigo sin saber en que película…). Como consecuencia, en una playa mas pequeña que el campo futbol sala de Palleja, hay 2000 personas. Tuve que poner mi toalla debajo de una roca y tenia que hacer milagros para no golpearme a cada vez que me levantaba…asi que opte por no levantarme. Liam y Mael hicieron castillo de arena (uno, no más porque no había lugar). No lo recomendamos…
    • Para terminar visitamos el templo de Uluwatu, el segundo más sagrado de Bali. Al llegar, nos avisan por megafonía que los monos pueden robar cosas, asi que hay que tener cuidado con las gafas o la cartera. El principio de la visita es aburrido para los niños ya que no encontramos monos, y también para los adultos ya que hay la misma cantidad de personas que en la playa de Padang-Padang. Para los niños se vuelve más interesante rápidamente cuando se encuentran los monos…que le roban las gafas a una japonesa justo delante nuestro. Liam empieza a reírse cuando el destino lo castiga bajo la forma de otro mono que le roba una chancla. Por suerte, el guardia esta cerca y entrenado y con la ayuda de un tirachinas consigue recuperar la chancla….pero no las gafas. La leyenda cuenta que estos monos están entrenados para robar gafas o carteras a cambio de bananas…
    • En el templo de Uluwatu, nos intentamos hacer las típicas fotos de la puesta del sol….pero fue una pelea que no hubiese nadie mas que nosotros en esas fotos. Dicen que desde que se puso de moda Instagram cada vez viene mas gente a Bali ya que es un destino muy fotogénico.
  • Fuimos también a Jimbaran, una playa conocida por sus restaurantes de pescado. ¡Muy buenos!

Hemos viajado también a Nusa Lembongan. Es una isla con toda la arena blanca que no hay en Bali. Tiene además una particularidad; esta del otro lado de la línea Wallace, que separa Asia y Oceania. Asi que técnicamente, hemos ido a Oceania, pero no se si cuenta realmente en nuestra competición.

El “viaje” para Nusa Lembongan es largo. Taxi de Seminyak a Sanur que puede durar una hora. Sobre todo si es después de un desayuno en un café llamado Housewives on fire!

Desde Sanur, hay que pillar un barco para 40 min de travesía. A la vuelta el capitán del barco, con camiseta de Leo Messi encima, era un poco novato (o la mar muy revuelta pero no agitada) y Janna casi devuelve la comida…

Llegamos a Nusa Lembongan y nos fuimos a conocer la isla. El paseo en si no es muy agradable por la cantidad absurda de coches llevando turistas y de scooters por todas partes, unidos al hecho que no hay aceras. Hasta llegar al sur e Nusa Lembongan donde hay un puente para ir a Nusa Ceningan, isla mas pequeñita y menos concurrida.

Quisimos comprar fruta y aparte de querer cobrarnos bastante caro, la vendedora fue bastante desagradable. Después de hacernos las tradicionales fotos de puesta de sol, iniciamos la vuelta y se puso oscuro enseguida. Unos balinenses nos propusieron llevarnos a nuestro hotel, pero nos quisieron cobrar el equivalente a 12€ para llevarnos esos 2kms…A Janna y a mi nos pareció bastante feo de su parte. Sobre todo que parecían reírse de nosotros y teníamos 2 niños cansados. Fue la primera y hasta ahora única vez que me sentí mal en Bali. En Nusa lembongan nos hicieron sentir que, mas que turistas, somos carteras con dinero ambulantes y que lo único importante es sacarnos la cantidad mas grande de dinero posible.

Al volver a Seminyak, nos quitamos el mal sabor de boca con un buen helado de Gusto y todo perfecto. También vimos una magnifica competición de cometas, ¡todos súper guapos y que volaban muy muy alto!

Por último, Janna probo hacer pole dance en Bali y descubrió que era mejor que la profesora de la única escuela de Pole Dance de Bali 😉