Dias 13 a 24 de la vuelta al mundo
Escribo esta entrada desde el avión de Cusco a La Paz. He descubierto que escribir justo al terminar el viaje me da mejores resultados. El único problema es que el avión está lleno de turistas japoneses que se empeñan en romper el tópico de que los japoneses son discretos y callados.
Vinimos a Cusco desde Huaraz con la intención de pasar unos días, visitar la ciudad, el valle sagrado y el Machupicchu. Pero nos gustó tanto la ciudad y el ambiente que decidimos quedarnos más días, esta flexibilidad es uno de los privilegios cuando haces una vuelta al mundo. No sé si podré volver a las vacaciones de sólo 2 semanas…
Llegamos a Cusco desde Huaraz. Inicialmente la idea era pasar un día en Lima, ver el centro, tomar un bus a Nazca, ver las lineas y después ir a Cusco. Tras ver horarios y logística, pronto vimos que sería un tute y mejor ver menos pero ver mejor.
Así que fuimos de Huaraz a Lima y tomamos el vuelo a Cusco.
Al llegar a la ciudad ves la diferencia con el resto de Peru. Primero en la arquitectura (esa plaza de Armas, qué bonita es…) y después en el número de turistas y en los precios.
Qué hacer en Cusco con niños:
En Cusco mismo estuvimos unos tres días con los niños. Visitamos el centro histórico, la catedral que les gustó (sí, sí, hasta yo me sorprendo) y la inglesia de la compañía Jesus, con su retablo mayor.
Lo bueno de viajar con niños a Cusco es que no tienen que pagar entradas (hasta 10-12 años creo, pero como son bajitos y muy vivos siempre saben qué decir para no pagar)
Por ejemplo no pagaron el boleto turístico (un robo de 130 soles que da entrada a 16 lugares de los cuales sólo interesan 4).
Ir al Museo Machupicchu es una visita obligada antes de ir a visitarlo, para entender cómo fue el descubrimiento y sobre todo cómo vivían antes de ser «descubridos».
El convento de la Merced merece tambien una visita.
En Cusco comimos siempre en mercados. El mercado San Blas, más pequeño y menos turístico que el mercado de San Pedro, tiene un muy buen ceviche. Lo bueno es que a Janna le explicaron detalladamente cómo preparar ceviche, así que tendremos ceviche fuera de Peru.
Lo díficil en Cusco para niños es que en el centro histórico, dónde están todos los hoteles y albergues, no hay un sólo parque donde correr o jugar a futbol. Asi que jugamos solo dos veces:
1/ tomando un taxi para jugar a futbol en un barrio alejado, donde tambien había una cama elástica.
2/ al lado de Sasqaywaman, jugando con Peruanos. A Liam y Mael los llamaban los gringuitos, me encantó 😉
Visitar el Valle Sagrado con niños:
Estuvimos dos días de excursión en el Valle Sagrado.
El primero fuimos a Pisac. Todas las agencias proponen el tour pero realmente es muy simple y más barato ir por tu cuenta cogiendo un colectivo en la calle Puputi, a 15 minutos de la plaza de Armas.
Se llega a Pisac en una hora (bien decir que te dejen arriba en las ruinas, no en el pueblo). Las ruinas son espectaculares, unas vistas increíbles. La immensa mayoría de los turistas van a Pisac, ven lo alto de las ruinas donde está el cementerio inca y se van. Nosotros, como somos viajeros y no turistas, hicimos las ruinas de arriba a abajo. Abajo es decir hasta el pueblo de Pisac, pasando por el increíble tunel inca. Muy recomendable.
Para terminar y siguiendo la recomendación de nuestro primo Martin, comimos en Apu orgánico, con mucha comida vegana. Está claro que Martin sabe lo que les gusta a los niños, el reencuentro en Argentina será animado!
Al lado de Pisac se encuentra el santuario de Animales Ccochahuasi donde recogen animales enfermos, heridos o maltratados con la intencion de soltarlos cuando sea posible. Visita imprescindible!
El resto del Valle Sagrado lo hicimos en taxi con Oscar. Visitamos las salinas de Maras y Moray. Las salinas fue el lugar favorito de Liam, bueno a saber para cuando vayamos al Salar de Uyuni.
En cambio no les gustó ni Chinchero ni Ollantataymbo, este íltimo por la cantidad de escaleras que subir. A mi me encantó!
El punto álgido del dia fue comer Cuy al palo. El Cuy es un conejillo de indias hecho a la barbacoa. Un poco fuerte de sabor para mí, imposible de comer para Janna, perfecto para los niños. En resumen, el Valle Sagrado te hace pasar del vegetarianismo a comer ratas grandes en dos días.
Salimos dos veces Janna y yo solos por la noche. La primera para cenar en la plaza de armas en el balcón, bien romántico, sobre todo con Pisco Maracuya 😉
La segunda para cenar con Delia y Marcus para despedirnos de Cusco. Fuimos al restaurante Inkazuela, muy recomendable.
Podéis leer aquí nuestro post sobre como hacer el saltankay trek con niños.
Tras cusco, nos fuimos a La Paz, a seguir las aventuras en Bolivia
El cambio de turista a viajero se nota…. Frases como ver menos y mejor..
No me gusto ese taxista oscar… Pero..
En nuestro proximo viaje con kike tomare notas de los lugares e iremos seguro.
Un abrazo
Mael, que pasada!! Me gustan las fotos. ¿Cuantos días te quedas en cada lugar?