Siempre fue uno de mis sueños ir a la Isla de Pascua. Mis niños no sabían ni siquiera dónde estaba la isla. Pero conocían los Moais gracias a Fortnite. Así que tuvieron ganas de conocerlos todos. Y eso fue lo que hicimos J
Hemos aprendido muchas cosas sobre la Isla yendo cinco días, sobre todo su historia. La isla es un gran ejemplo sobre el impacto del hombre, sobre explotación de recursos y su impacto en nuestra casa.
El pueblo Rapa nui colonizó la isla alrededor del siglo XII, pero entre el siglo XV y XVIII empezaron a construir Moais, uno a cada jefe de clan y a cada clan uno todavía más grande, para mostrar su poderío. Los moais se preparaban en la cantera de Rano Raraku y los desplazaban hasta diferentes partes de la isla, más o menos a unos 20km. Para hacer eso, se necesitaban recursos, gente y sobre todo madera, que en este tipo de isla escaseaba…La madera era lo que permitía crear barcos para poder pescar, así que la comida empezó a faltar.
Eso creó peleas entre diferentes clanes, se habla de canibalismo y guerras, aunque lo que más se ve son los moais en el suelo, tirados por un clan cuando ganaba una batalla a otro clan. Los esclavistas peruanos del siglo XIX no ayudaron a la población de la isla. De 15.000 personas se pasó a menos de 1000 a final del siglo XIX, aunque ahora ya hay 7.500 rapanuis.
Hay miles de moais en la isla, la mitad están en la Rano Raraku, la fabrica de Moais (de la cual hablaremos más adelante); la otra mitad están un poco por toda la isla y la inmensa mayoría en el suelo, caídos. Puede ser porque se les cayó entre Rano Raraku y el lugar dónde querían dejarlo (y después, vete tú a levantar esa estatua de 50 toneladas…) o porque un clan venció a otro clan y claro, lo primero que hizo fue tirar sus moais al suelo.
La verdad es que la isla de Pascua lo tiene todo para gustar. Playas, Volcanes, Historia, Moais…
Hicimos un intercambio de casa con una familia de Hanga Roa, la única ciudad de la isla. La verdad, fue un poco demasiado mercantil para mi gusto, ya que no nos prestó su coche, pero sobre todo, nos cobró (y ganó dinero) con la limpieza de la casa. Todo por norma general es caro en la isla de Pascua.
Hay TANTA demanda turística que las autoridades han puesto un límite en el número de turistas que pueden ir, han prohibido que nadie pueda comprar casa o tierra o instalar un negocio que no sea Rapa Nui y cobran una barbaridad por todo. Así que al final, la mayoría de los Rapa Nui vive del turismo y los empleados son casi todos Chilenos que vienen del continente. Pero nos encontramos también con Rapa Nuis enamorados de su isla, de sus tradiciones y muy buena gente.
Vimos la Isla de Pascua de todas las maneras posibles.
El primer día hicimos un trek hacia Orongo y Rano Kau. La gente nos decía que es muy duro, mucho que subir…bueno, no es para tanto, se sube fácil. Por el camino vimos nuestro primer Moai J
Rano Kao es un volcán extinto que ahora es una laguna preciosa.
Orongo es, para los que han visto “Rapa Nui” con Kevin Costner, dónde se hacia la competición del hombre-Pajaro. Cada año, el Manutara, un pájaro, plantaba su nido en unos islotes enfrente de la isla de Pascua. Cada clan seleccionaba a su campeón, que tenía que bajar la montaña, nadar hasta la isla, encontrar un huevo, volver a nadar con el huevo, escalar la montaña (sí sí, con el huevito en la mano) y traerlo a su jefe. El primero que llegaba, conseguía que su jefe de clan fuera el jefe de la isla durante un añito! Mucho mejor que nuestra democracia actual.
El segundo día, salimos también a pie para ver los puntos cercanos a Hanga Roa, pero se puso a llover a cantaros. Y en ese momento descubrimos lo simpáticos que eran los Rapa Nui al pararse por la ruta para recogernos y dejarnos en cada Moai. ¡Autostop en la isla de Pascua!
Conseguimos ver un punto importante, Puna Pau. Allí, en un antiguo volcán lleno de roca volcánica rojiza es dónde se fabricaban los “gorros” de los Moais. Estos gorritos pesaban casi 20 toneladas y sí, los ponían arriba de unas estatuas de 15 metros de altura. Fuertes los Rapa Nui…
Al tercer día decidimos alquilar bicicletas para recorrer la isla.
Llegamos a Ahu Akivi, monumento único en la isla de Pascua. Es un Ahu con los siete Moais mirando hacia el mar (aunque al estar en el medio de una isla, estén en la posición que estén, miraran a algún lugar del mar…soy en único blogger que se ha fijado en eso…pero no hay que decir nada). Dicen que los siete moais representan los siete fundadores de Rapa Nui.
De allí, subimos hasta el monte Terevaka, el punto más alto de la Isla. Precioso.
Y nos encontramos un agujero, medio perdido, pero con una bandera Rapa Nui. Los chicos quisieron entrar, Janna también, yo, ni por casualidad (no era por miedo, jugaban River y Boca la final de la libertadores….) Era la cueva de las dos ventanas. Os dejo algunas fotos ya que al no haber ido, poco tengo que decir.
El cuarto día, alquilamos un coche y fuimos a ver el amanecer en Ahu Tongariki, uno de los puntos esenciales de la isla con sus quince Moais. Nos despertamos y cogimos el coche. Era de noche y estaba bien cansadito. Llegamos, aun de noche y lo más raro, no había nadie. El amanecer era a las 6h15. Miro la hora, las cuatro… Teníamos todavía la hora de Chile continental!
Después de dormir en el coche las dos horitas que faltaban, pudimos empezar el día con Tongariki y sus caballos.
Luego fuimos a mi lugar favorito de la isla, Rano Raraku. Parece una fabrica abandonada con moais a medio hacer, medio enterrados por el tiempo, caídos, levantados y en todos los estados. Tuvimos la suerte de ir antes de que los buses de turistas lleguen. Un espectáculo único. Ver Rano Raraku es ver el sufrimiento de muchas personas. Un trabajo enorme, con pocos recursos.
Llegamos después a una de las dos playas de la isla de Pascua: Anakena. Un lugar paradisiaco sin lugar a dudas. Una playa de arena blanca tipo harina, Moais preciosos, barbacoa…¿qué más se puede pedir?
El último dia, fuimos a la playa de Ovahe. Ovahe es una playa de arena rosada, pero sobre todo no hay nadie ya que hay que caminar 20 minutos para llegar y lo mejor, hay sombrita para mi…
Y terminamos el día en Ahu Tahai, dónde admiramos la puesta del sol. Además de unos bailes de Rapa Nui, ¡por supuesto!
Un sueño! Magia total. Me parece increíble que hayan estado ahí
espectacular el post
muchas gracias por las lecciones de historia.., siempre se aprende algo.
obviamente vi la peli “Rapa Nui” con Kevin Costner , muy chula,
alguna cosa no me cuadra con los pesos – ya que la roca – MAS O MENos, UN METRO CUBICO son unos 2000 kilos, si como te han comentado – pensan 20 toneladas los sobreritos… eso serian unos 10 metros cubicos.. o sea 10 x 1 … o 5 x 2 metros, mucho sobrero para tanta cabeza
pasisajes increibles
quitan las ganas lo caro que es
besos